Descubrir: Andalucía, la tierra del sol.
El sur de España ofrece al visitante una intensa experiencia. Andalucía, la comunidad más poblada de España, es el lugar de origen de muchas imágenes asociadas a ese país. Pero esto no les gusta a todos los andaluces. Muchos turistas ven en Andalucía imágenes típicamente españolas: sol abrasador, extensas playas, flamenco y sevillanas, casas blancas, sangría...
Pero los forasteros cierran los ojos a otros aspectos dramáticos de la realidad del sur: el desnivel económico respecto a Europa, la persistencia del caciquismo agrario o la dependencia de las ayudas sociales entre una parte importante de la población.
Sin olvidar su realidad social, es cierto que Andalucía es una tierra de calor, la cuna del flamenco y las sevillanas, patria de poetas y remolino de pasiones en sus fiestas y tradiciones religiosas. El visitante siente que se encuentra en un rincón de Europa muy especial, un lugar poseído por una magia, una pasión y una alegría de vivir que parecen pertenecer a un remoto pasado. En Andalucía hoy estas fuerzas están bien vivas.
A fondo. Sevilla, Granada, Córdoba.
La herencia de Al-Ándalus.
Las herencias árabe y hebrea se manifiestan poderosamente en Andalucía. Después de su esplendor, Al-Ándalus se convirtió para cristianos y musulmanes en una especie de mito, en el recuerdo de una edad de oro perdida. Solo desde finales del siglo XX los historiadores, arqueólogos y otros estudiosos han comenzado a esforzarse por reconstruir y conocer mejor este pasado.
Córdoba, Granada y Sevilla son tres ciudades donde se siente la milenaria huella de árabes, hebreos y cristianos en España.
Córdoba fue la capital de un poderoso reino que dominó la Península hace más de mil años (756-1010). En ella se encuentra una monumental mezquita cuyo laberinto de más de 850 columnas de granito, jaspe y mármol sigue embrujando a los visitantes hoy en día. Fuera de la ciudad se encuentran las ruinas de la antigua ciudad palacio de Medina Azahara.
Granada fue la capital del reino nazarí, el último reino musulmán de España (1238‑1492). En el barrio del Albaicín puedes pasear entre los cármenes, casas decoradas según la inspiración mora. Allí mismo está el Bañuelo, un haman (baño turco) del siglo XI en perfecto estado de conservación. En la colina opuesta están los antiguos palacios de la dinastía nazarí. La suntuosa Alhambra contiene salas, patios y jardines conocidos por su sensual, relajante y sofisticado uso de la luz y el agua. Al norte, el Generalife es una finca que servía de retiro al rey, un refugio del ruido de la ciudad y las intrigas de la corte.
Sevilla fue ganando importancia durante la dominación cristiana, y actualmente es la capital de Andalucía. Sobre una antigua mezquita se construyó una espléndida catedral. La famosa Giralda era antiguamente un minarete, la torre desde la que el almuecín llamaba a la oración a los fieles musulmanes. Hoy la Giralda es un campanario de 97,5 metros de altura y es el edificio más alto de la ciudad desde hace más de 800 años. Cerca de la catedral se encuentra el pintoresco barrio de la Santa Cruz, el antiguo barrio judío. Es un pequeño laberinto de calles muy estrechas, dispuestas para impedir la entrada del sol abrasador del sur. Cerca de allí se encuentra el Real Alcázar, un palacio morisco que los reyes castellanos convirtieron en su lugar de residencia en el sur.
© Descubrir España y Latinoamérica, 2005 - CIDEB
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